lunes, 26 de noviembre de 2007

Las chocolatinas mentoladas


Es hora de un poco de cuestionamientos "irracionales" y más de eso que es muy divertido para la mente humana. Iluminar la rutina diaria con un tono más pintoresco de la vida misma. En términos muy básicos, me refiero a darnos un toque, si así el lector lo puede interpretar más fácilmente...

Pensemos que desde el inicio de los días haya existido una causa. Cualquiera que pudo haber sido, para dar como consecuencia a cierta primera consecuencia, la primera al inicio de los días. Esa primera consecuencia fue la "causa" de una segunda consecuencia. Y así sucesivamente.

Hoy en día decimos que todas las cosas tienen causa y consecuencia. Es el orden de las cosas, nos decimos, sin siquiera preguntarnos o llegar a pensar que las cosas no tienen ningún orden.

No existe orden por que no hay una causa que tenga efecto sobre alguna consecuencia. No existe la causa. Esta sólo existió un día, en el inicio de los tiempos. Y desencadenó en todo lo que vivimos hoy.

Una causa, según mis términos, es aquel argumento (ya sea físico o abstracto) que impacta directamente sobre si misma pero en dirección contraria. A ese impacto sobre si misma le llamamos consecuencia, es decir, la causa al existir en el medio, automáticamente se convierte en consecuencia.

Las causas duran poco, pero tienen un impacto eterno ya que nunca desaparecen si no que sólo están existiendo en su segunda fase metafísica. Lo que quiero decir es que no tiene por que haber una imposición sobre el concepto del orden ya que todo es maleable, es decir, todo es ya una consecuencia. No hay forma de que fallemos sin fallar. No hay mucho que hacer. Podemos hacer una masa con todo lo que hay, aún así será una masa de la misma mierda, jaja. Es como un hot cake y un waffle, es la misma pendejada sólo que con diferente apariencia y textura.

Así que pues no nos esclavicemos a las rutinas y demás formas de pensar que son totalmente limitadas y que nos quitan lo humano.

No hay comentarios: